jueves, agosto 21, 2008

Sant Martí del Canigó


França. Sant Marti del Canigó
Cargado originalmente por Quim Bahí
La subida a Sant Martí del Canigó tenía un halo de misterio antes de que la subiera en bicicleta. Por un parte, informaciones procedentes del BIG señalaban una subida mostruosa de poco más de un kilómetro con un desnivel medio del 27% (¡!) y puntas del 30%. Por otra parte no encontré demasiadas fotos en flickr ni en internet en general, por lo que no conseguía hacerme una idea de esta supuestamente terrorífica subida.

Sobre su ubicación, ningún problema, ninguna duda. La llegada al pueblo de Casteil (en mi caso salí de Prades para seguir dirección a Taurinyà, Fillols, Vernet les Bains y Casteil) no deja lugar a dudas para localizar el principio de la ascensión que, además, está cerrado con una barrera. Las señales de prohibido el paso a coches y prohibido aparcar a ambos lados de la ruta son obviedades innecesarias cuando se trata de una estrecha pista cimentada (cemento muy rugoso) con curvas de herradura empinadísimas en su parte interior. Unicamente compartí la pista con numerosos excursionistas, pero ninguna otra bicicleta subía por ahí, ¿por qué será?

La subida es muy dura, aunque con la BTT es perfectamente posible realizarla. El desarrollo de la BTT así como el calzado de montaña eran precauciones que tomé a sabiendas de lo que me esperaba. De todas formas las cifras que arroja mi pulsómetro-altímetro-velocímetro Polar S 710 no tienen nada que ver con las previsiones que manejaba. Me salieron 1,7 kilómetros a una media del 12,6%. Considerando que hay un pequeño descenso en mitad de la subida pongamos un desnivel medio del 15%, pero calculando a ojo no me pareció que hubiera rampas superiores al 20%. O sea que no era tan fiero el león.

La subida en sí vale la pena y merece un viaje hasta Casteil. El primer tramo está expuesto al sol con curvas de herradura que se suceden una tras otra. Después del descansillo, la pista se mete en en bosque cerrado y continúa hasta el Monasterio. A la llegada, no hay espacio para casi nada, ni siquiera para una buena panorámica que merezca una foto. A la derecha se accede al Monasterio y a la izquierda está el centro de Información y sospecho que una pista donde se puede observar la magnífica vista que nos ofrece la foto de flickr.

La excursión es recomendable completarla con la subida a Coll de Jou, que nace en el mismo Casteil, con tramos duros de verdad y una lejana panorámica de la primera fase del ascenso a Sant Martí, en la que se observan perfectamente las curvas de herradura. Una vez completado Coll de Jou, hay que volver sobre nuestros pasos hasta Casteil y Vernet les bains y podemos llegar a Olette. Ahí se inicia un pequeño monstruo que es el Col de Porthus, en su día asfaltado pero hoy es solo una pista en un estado infame, ciclable solo en BTT, que en cualquier caso sería recomendable por los tremendos desniveles que tiene. Solo decir que sus últimos diez kilómetros tienen 950 metros de desnivel, y que un tramo intermedio son 3 kilómetros a más del 11% está todo dicho.

Una vez coronado Porthus, hay que pasar una barrera y bajar dirección Nohedes, para seguir por Ria hasta Prades de nuevo. Bonita excursión con un total de 93 kilómetros y un desnivel acumulado de casi 2.500 metros.