martes, septiembre 28, 2010

Duatló d'Alta Muntanya de Catalunya 2010


Este es un duatlón duro de verdad. Y precioso. Lástima que si uno quiere hacer un buen tiempo no lo va a poder disfrutar, excepto si por disfrutar entiende sufrir al máximo y ver la espalda del tío que lleva delante.
Pero para hacer un buen tiempo es importante saber a qué te enfrentas y conocer el terreno. Después de dos años de participar, uno de absoluto principiante con mucho respeto, y un segundo año llegando tarde a la salida y haciendo todo el trayecto a contrapié, este año tocaba intentar hacer un buen tiempo. Para ello concentré los entrenamientos en la carrera a pie y en el contacto con la montaña, abandonando un poco la bicicleta, que ya llevo toda la vida entrenándola... Bajar mi tiempo personal de 4h 20 minutos me parecía asequible y pensaba que las 4,10 estaban a mi alcance. A por ello.
A finales de septiembre las temperaturas han sido extraordinariamente bajas. Solo 3º a las 7 de la mañana en Ribes de Freser. Uf. Imaginaba que eso podían convertirse en muchos bajo cero en el Puigmal a esa misma hora. El Puigmal es el punto culmimante de esta duatlón de montaña con más de 2.900 metros de altitud. Un verdadero coloso.
Después de casi repetir la salida tardía del año anterior llegamos justo a tiempo para colocarnos al final de todo y escuchar el pistoletazo de salida. Hay que avanzar como sea.
Empiezo a zigzaguear intentando adelantar a todo el que puedo, principalmente por la izquierda pero si tiene que ser por la derecha, por la derecha. La gente del final se lo toma con calma a la salida, la prueba es larga, pero yo tenía claro que hacer un buen tiempo significaba empezar haciendo el tramo en bici a tope. Ahí que voy. No dejo de adelantar gente en los 11 km que dura la ascensión a Fontalba. A tramos cojo una rueda buena y cuando puedo, algunas pedaladas más rápido y adelante. Me siento bien, regulando pero casi a tope. El resultado es 1 hora y 10 minutos cuando paso el control del chip en Fontalba. Una transición rápida, cambio de botas, fuera casco, cojo la gorra y listo. He subido sin tocar el bidon, o sea que en el avituallamiento me obligo a beber 3 ó 4 vasos de agua, no vaya a deshidratarme.
Empieza la subida al Puigmal y desde el principio la gente va andando. Hay pocos adelantamientos. Pero paso a Fernando, también de Cardedeu, y pienso que debo estar subiendo muy bien para estar delante de él. Me motiva pensar eso. Ya conozco el Puigmal de las dos veces anteriores, conozco los descansillos y sé que lo más duro está al final. Esta vez pasamos justo al lado de la cruz que hay en la cima y me gustaría hacerme la foto de recuerdo junto a ella, pero no hay tiempo para mariconadas, otro día será.
Para muchos al coronar ha terminado lo peor, pero yo sé que lo peor está justo a punto de empezar. El camino entre piedras es muy empinado, la tierra resbala y no me puedo dejar ir porque la caída sería de las de campeonato. Los cuadriceps empiezan a sufrir. Me pasan algunos chicos y sobre todo una chica rubia que baja como una moto, pero controlando. Impresionante.
Queda un largo trecho hasta el Santuario de Nuria donde el ánimo de la gente me pone la piel de gallina. Este año el avituallamiento está junto al lago, y ahí paro muy brevemente para comer algún plátano y beber algo, ya que no llevo bidón para el tramo a pie, y serán en total 2 horas y 29 minutos... Ya antes de Nuria mis cálculos me llevaban a conseguir un tiempo final de 4 horas, lo que me parece una pasada y me motiva a mantener el ritmo.
Llegando de nuevo a Fontalba me exprimo al máximo ya que luego será todo bajada y no hay dónde gastar, hay que dejarlo todo ahí. Cojo la bici rápido y bajo sin tocar el freno hasta las curvas, donde la gravilla pone a prueba tu estabilidad. Voy pasando gente pinchada a los lados de la pista y de pronto veo una ambulancia y gente haciendo señales de frenar. Intento no hacer el mirón y no le doy vueltas a la cabeza, voy a bajar de las 4 horas. Luego me enteraría de la gravedad del accidente. Mierda.
Un poco más abajo veo a mi compañero Marc pinchado, reparando. Lo saludo. Si no me pide nada es que puede hacerlo solo, pero mi conciencia me dice que soy un cerdo por no parar.
La recompensa al final es bajar de los 4 horas, 3h 56 minutos y tercero en mi grupo de edad.
Probablemente la mejor clasificación que haya tenido nunca en una competición. Me he sentido muy bien y todavía no sé el secreto. Entrenamiento, el justo, como siempre, pero una semana anterior de tranquilidad creo que ayuda. No sé si algún día bajaré este tiempo, lo intentaré. Pero de momento estoy en una nube...


Clasificación:
http://www.triatlo.org/resultats10.aspx?s=V&id=1920&temp=10