martes, abril 30, 2013

Timmelsjoch- Passo Rombo




(Foto Sergi Ros)

Hay subidas que merecen un lugar especial en el universo del cicloturismo, son punto de paso obligado para los que se quieran llamar cicloturistas. Algunas han sido escenario de mil batallas profesionales, otras ofrecen un espectáculo visual que no nos podemos perder, y otras regalan dureza con generosidad. Timmelsjoch (en alemán) o Passo Rombo (en italiano) cumple dos de esas tres premisas, y es una de esas subidas que todos deberíamos subir al menos una vez en la vida.

El Passo Rombo está situado en la región de Trentino-Alto Adige y su vertiente italiana se inicia en San Leonardo in Passiria, una ascensión muy larga de más de 29 km a una media del 6,2% puesto que salva un desnivel de 1.796 metros. Corona a una altitud de 2.491 metros. Un verdadero coloso. Es un antiguo camino para mulas que une actualmente los valles de Passeiertal y de Ötzta, en las altas montañas de Austria. En medio de su extensión aparece un impresionante museo en voladizo, diseñado por el arquitecto Werner Tscholl. El nuevo Pass Museum, al lado norte del Tirol, sobresale como un bloque errático que se orienta hacia el sur, subrayando el carácter transfronterizo de la experiencia del traspaso Timmelsjoch. La “Cueva de Hielo” en el interior del museo rinde homenaje a los viajeros pioneros de la ruta de los Alpes y sus logros. A modo de esculturas que se esparcen por el camino, estos espacios de parada iluminan a los viajeros en medio del entorno natural, empapándolos sobre la historia, la cultura, las comunidades y la economía de la región.



Si nuestro invitado de hoy no estuviera (es sólo condicional) en el Olimpo de los puertos de montaña, es simplemente porque, injustamente, un monstruo como este sólo se ha subido en el Giro d’Italia en el Giro de 1988, el famoso Giro del Gavia y del frío extremo. El hecho de que sea tan caro de ver solo puede explicarse por el frío que suele acompañarlo en el mes de Mayo, y quizás porque una vez transitado el regreso a Italia es demasiado largo. Sólo por eso puede explicarse.

En la excursión a Italia que hicimos el verano de 2011, la etapa del Passo Rombo era la etapa reina. Sinceramente, yo me tomé todas las anteriores como una preparación de ésta. La etapa salía de Merano e incluía las acensiones de Monte Giovo (Jaufenpass), el Passo Rombo (Timmelsjoch) y por último, la subida al glaciar de Solden, la carretera asfaltada más alta de los Alpes. Por la ley de Murphy, fue el peor día, climatológicamente hablando, en toda nuestra excursión a Dolomitas y Alpes.

Por eso, la mitad de las cosas que os cuento las tuve que descubrir una vez de regreso a Barcelona, porque el día no nos permitió ver casi nada. La niebla se iba haciendo más espesa a medida que íbamos ascendiendo, y lo que cerca de San Leonardo in Passiria era sólo agua fina, arriba, a casi 2.500 metros, era niebla densa, lluvia copiosa y frío intenso.





En la ascensión se pueden distinguir claramente tres partes diferenciadas. La primera es una ascensión constante por la ladera de la montaña, con el valle a la izquierda, ganando altitud y vistas a medida que pasan los kilómetros. Una segunda parte, tras una inmensa curva panorámica a izquierdas en la que la subida se suaviza y se transitan diversos túneles, y la última fracción, el zigzag más espectacular y posiblemente más conocido de la ascensión, que finaliza en un túnel. Pocos metros más tarde se llega al cartel indicativo de puerto, y el bloque similar a una figura geométrica cuyo significado desconocíamos cuando llegamos.

La verdad que el frío tampoco nos permitía estar por curiosear demasiado, más bien por tomar cuatro fotos y meternos en los coches. El Passo Rombo es uno de los lugares más fríos de los Alpes (y uno de los últimos en ser transitable en verano), a menudo azotado por un fuerte viento racheado y que deja rastros de hielo a lo largo de los túneles hasta finales de julio (nuestro viaje fue en el mes de Julio). La recompensa arriba fue el restaurante que hay en el refugio de la cima, en la Frontera con Austria, donde pudimos quitarnos el frío y decidir que la ascensión al glaciar de Solden quedaba para mejor ocasión.

El refugio de la cima es visitado por muchos aficionados a las motos, que superan en número a los automovilistas. No es casual que en el refugio no haya souvenirs ciclistas, pero sí moteros.



Si sois más ciclodeportistas que cicloturistas, la mejor ocasión que tenéis para subir el Passo Rombo es la Otzaler Radmaraton. Se trata de una marcha cicloturista que partiendo de Solden recorre en nada menos que 238 kilómetros e incluye las subidas a Oetz - Kühtai: 18,5 KM para salvar 1200 metros de altitud, Innsbruck - Brennero: 39 KM para salvar 780 metros, Vipiteno - Passo Giovo: donde se salvan 1130 m en 15,5 KM y finalmente nuestro invitado de hoy, el Passo del Rombo. Un reto sólo al alcance de los más fuertes que podéis intentar el 25 de Agosto de 2013.

2 comentarios:

Yerno dijo...

Hola, el dia 9 de Agosto vamos por segundo año consecutivo a la zona Dolomítica y teníamos pensado un etapon subiendo Passo Rombo, glaciar de Solden y vuelta al coche (si el tiempo nos deja)... Acabo de mirar altimetria de Solden y en una de ellas me marca un peaje. Sabes si para bicis también es de pago??? Mas que nada para ir preparados... También he seguido vuestras crónicas en Pedalier y una vez se comentó que el Grossglockner tenia previsto hacerlo de pago para ciclistas. Sabes si es asi ya???
Espero poder contarte que hemos podido subir al glaciar, seguro que sería una gran experiencia...

Claudio dijo...

Hola Yerno, gracias por tu comentario. Hasta donde yo sé, todas las carreteras de peaje alpinas o pirenaicas, lo son para los coches, pero no para las bicis. Es cierto que se rumoreaba que la carretera de Grossglockner sería de pago incluso para bicis, pero no tengo constancia de que lo hayan implantado ya... Bravo por vuestras rutas y vaya etapón con Rombo, Solden, y Rombo de nuevo... Buffff